Piel sensible
Sea cual sea nuestro tipo de piel, algunos factores pueden derivar o favorecer la sensibilidad excesiva: su piel reacciona con fuerza y, casi siempre, cuando no quiere que se manifieste...

¿Qué es la piel sensible?
La piel sensible puede manifestarse de varias formas:
Factores endógenos: factores únicos y propios
• Fototipo: Los fototipos I y II son pieles blancas y finas que se enrojecen con facilidad son mas propensas a tener una piel sensible
• Existencia de algunas patologías: afecciones cutáneas, como dermatitis seborreica, acné, rosácea, cuperosis, entre otros
• Ansiedad y depresión
Factores exógenos: Factores externos
• Cosméticos inadecuados: productos de cuidado y de limpieza incorrectos. El peeling o una intervención con láser pueden llevar a la piel a reaccionar rápidamente
• Factores ambientales: el frio, el sol, el viento que generan reacciones inmediatas
• Modo de Vida: comidas, alcohol, estrés
¿Sabes las diferencias entre lo que es una piel sensible y una piel sensibilizada?
Piel sensible: Se considera una piel sensible, una piel, que se enrojece con facilidad y presenta irritaciones y picores. Es una piel alterada y muy frágil ante agresiones externas como la contaminación, los cambios bruscos de temperatura, una alimentación inadecuada, la falta de sueño, el cansancio, y otros factores asociados al estado emocional y psíquico como el estrés, la ansiedad, la depresión, etc
A veces, esta sensibilidad es exagerada, la piel no se calma con ninguno de los productos hidratantes utilizados habitualmente. No soporta nada y como resultado se transforma en alérgica.
Por otro lado, la piel puede estar sensibilizada y no tener ninguna patología dermatológica, siendo una característica que vaya asociada a alteraciones, estimulos producidos por ciertas intolerancias a productos de higiene de uso diario que estimulan y producen verdaderas alergias siendo responsables de la aparición de un eczcema o urticaria.
Tomando como base una encuesta realizada por el grupo de investigación epidemiológica de los Laboratorios Pierre Fabre en ocho países europeos (285 millones de habitantes) los resultados nos muestran que cerca de 100 miilones de personas se ven afectadas, entre ellas mujeres y hombres.
El resultado: una de cada tres personas declara tener la piel sensible.
- Como dato adicional, la encuesta arroja que el 66 % de las personas que declaran tener piel sensible padecen una enfermedad de piel subyacente.
¿Por qué tenemos la piel sensible?
El factor principal es la alteracion de barrera cutanea en la epidermis es debil y permeable, esto por un lado, favorece que los agentes potencialmente irritantes externos penetren con mayor facilidad y, por otro, que se produzca una mayor pérdida de agua por evaporación, lo que provoca que sean pieles propensas a la deshidratación y la sequedad, lo que genera una disminucion del umbral de tolerancia.
- Las pieles sensibles e intolerantes también se caracterizan por una superproducción de radicales libres asociada a una secreción anormalmente elevada de citoquinas, moléculas proinflamatorias.
¿Cómo cuidar la piel sensible?
• Reducir el riesgo de intolerancia con cosméticos hipoalergénicos y no comedogénicos
• Proteger, purificar e hidratar con productos de cuidado con mínimo de ingredientes, sin parabenos, sin alcohol
• Evitar la exposicion prolongada al sol y siempre usar un fotoprotector
• Calmar las irritaciones y las rojeces, restablecer el confort cutaneo y reforzar la función barrera de la piel